ONCE UPON A TIME | UNA BODA DE CUENTO | FRAN Y TANIA

Por Dani Troncoso

Conocí a Fran y a Tania como pareja hace unos años en la boda de la hermana de Tania a la que también fuimos como videógrafos de bodas. Además de este encuentro, ya conocía a Fran de antes, pues, nacimos y crecimos en el mismo barrio.

Recuerdo aún, que hace algún tiempo, años ya, Fran en una ocasión me dijo que el día que se casara yo sería el videógrafo de su boda. El tiempo pasó y ese momento al que Fran alguna vez hizo alusión llegó.santuario-virgen-de-regla-chipiona

RESERVARON SU VÍDEO DE BODA CON MÁS DE UN AÑO DE ANTELACIÓN

Un año y medio antes de su boda, Fran y Tania se presentaron en mi estudio. No me pidieron más información además de la disponibilidad de la fecha. Fue tal la convicción que ambos mostraron desde el principio que además de halagarme, me hacia presagiar que aquella no iba a ser una boda convencional.

Y no me equivoqué. Fran y Tania son dos «fanáticos» o «frikis» de Disney. Toda su boda iba girar en torno a personajes y películas de Disney. Más de un año de creación de motivos de las producciones Disney, centros de mesa, photocall, un gran castillo donde mostrar la distribución de las mesas, la música de la ceremonia y un sin fin de detalles más.

Fue una boda plagada de detalles y momentos muy especiales, a cuál más emotivo y más entrañable. Uno de ellos es la declaración de amor que Tania le dedicó a Fran en plena ceremonia religiosa en el Santuario de la Virgen de Regla en Chipiona.

UN PRÍNCIPE Y UNA PLEBEYA FUERON LOS PROTAGONISTAS DE SU VÍDEO DE BODAS

Querían sentirse protagonistas de una de las muchas películas de príncipes y princesas que desde siempre les han encandilado. Así lo hicimos, y producimos un vídeo donde Fran encarnó a ese príncipe que, lejos de enamorarse con quien debía, conoció a una plebeya (Tania) que se convertiría en la protagonista del baile más esperado del reino.

La proyección de ese vídeo en la celebración de su boda sirvió para abrir el baile y por consiguiente la fiesta que aquel príncipe y aquella plebeya tenían preparada para los asistentes al día de su boda, que además, coincidió con la noche de Halloween, llenando también así su boda de muertos vivientes, arañas y el famoso truco o trato de esa noche tan especial.

Sin duda alguna, aquel 31 de octubre tuve la suerte de ser el videógrafo de una boda muy especial. Especial porque los novios se preocuparon y ocuparon de personalizar su boda al máximo. Quisieron que fuera una boda única y exclusiva que además fuera fiel a los sus gustos e intereses.

Fran y Tania, espero que ese cuento que empezasteis hace ya algunos años no tenga nunca un final, que siempre haya una hoja más en la que seguir escribiendo vuestra historia, llena de fantasías y sueños y que como nos habéis demostrado, esos sueños a veces se cumplen.

¡Muchas felicidades!

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