Hace un año que Fernando le pidió matrimonio a Jessica. Fue, en la Navidad de 2015. Mercedes, abuela de Jessica, había fallecido recientemente y la familia de Fernando y de Jessica decidieron pasar la Nochevieja juntos. Bonito gesto de ambas familias, pues en los momentos difíciles es cuando se ha de sentir el calor de las personas. Ese momento familiar fue el que aprovechó Fernando para pedirle matrimonio a Jessica. Sin duda, fue la manera de convertir un momento nostálgico y triste en un momento felizmente inolvidable.
NOVIA EN BARRIO DE SAN SEVERIANO EN CÁDIZ
En el humilde barrio de San Severiano, en pleno corazón de Cádiz, Jessica se preparaba para disfrutar de aquel gran día. Bajo la atenta mirada de todos sus vecinos, aquellos que la vieron jugar y crecer en aquel patio ahora se preparaban para verla salir al brazo de su padre con aquel traje blanco y aquella sonrisa que no desapareció en toda la tarde.
CIENTOS DE NUDOS DE CORBATAS ATUSADOS EN TINOCO Y NINGUNO COMO ESTE
Bartolo es padre de Fernando y lleva años atendiendo en la famosa tienda de confección Tinoco en Cádiz. Cientos de trajes, camisas y nudos de corbata que habrá atusado en la tienda de caballero de la calle Pelota. Esta vez tenía la misma tarea, aunque sólo en lo superficial, imagino que todos esos pequeños toques en pro de la elegancia se mezclarían con una sensación de completa felicidad.
Tras una efímera ceremonia religiosa en la Iglesia de San José encontramos un pequeño rinconcito donde realizar nuestra sesión de exteriores muy cerca de la Finca Rancho Chico en Chiclana, lugar de la celebración de su boda. Junto a las compañeras Marián y Beatriz de M&B Fotografía, disfrutamos de aquellos últimos rayos de sol que se colaban entre los pinares y que nos brindaron una luz suave y fantástica para aquella sesión de fotos.
Muchas gracias Jessica y Fernando por vuestra confianza. Por haber apostado por un vídeo de boda diferente, por haber querido plasmar este trocito de vuestra vida en una de nuestras películas de bodas.
¡Hasta siempre!