Llegamos hasta Elena y Miguel a través de varios contactos. Nos recomendaron unos novios que ya le habíamos hecho su película de boda, y también nos recomendaron Adrián y Virginia, amigos de los novios y al mismo tiempo los que iban a ser los encargados de fotografiar su boda. Puedes ver su post aquí.
Es gratificante al máximo cuando te recomiendan y resulta más que halagador, es algo de lo que siempre estaré agradecido. Sabes que como con todas las parejas de novios que confían en nuestros vídeos tienes que dar el máximo y que la satisfacción de estos novios con nuestro trabajo es el mayor agradecimiento hacia las personas que nos han recomendado.
UNA BODA PREPARADA AL DETALLE
Desde la entrevista que a escasos días de la boda tuve con Miguel y Elena me di cuenta de que habían preparado su boda con mucho tiempo y dedicación, sin dejar nada al azar, pequeños y grandes detalles, sorpresas que aguardaban su momento, y momentos que iban a ser vividos a veces con emoción, a veces con nostalgia, con risas…, pero siempre desde la alegría y la ilusión con la que esperaban su 13 de septiembre.
Llegamos a casa de los padres de Elena bien temprano. Recuerdo que las paredes de su casa estaban repletas de verdaderas obras de arte que pinta su padre, Fernando, una forma muy particular de entender la pintura y que me fascinaron cuando las vi por primera vez.
En una pequeña habitación, Elena se maquillaba a si misma para después incluso maquillar a su madre. Todo parecía controlado, bien de tiempo y todo perfectamente ordenado y preparado. Una armonía que sólo se rompía cuando alguna vez se subía el volumen de la música, que a su vez servia como bálsamo a esos nervios que iban creciendo a la vez que iba transcurriendo la mañana.
Más tarde acompañamos a Miguel. El patio de la casa de sus padres en el que años atrás correteaba, iba a ser el lugar donde Miguel se preparó para la cita más importante de su vida. Antes de salir, un último brindis con Tio Pepe con los amigos, antes de emprender el camino a pie con sus familiares y amigos hasta la misma puerta de la Iglesia de la Victoria.
LA SOLEDAD ESPERABA A MIGUEL Y ELENA | IGLESIA DE LA VICTORIA
Llegó el momento, la coral San Pedro Nolasco marcaba la entrada de Elena hacia el altar donde Miguel esperaba. Una ceremonia cargada de momentos emotivos. Miguel se emocionó durante el himno de la Soledad y Elena cuando Miguel al final de la ceremonia le dedicó unas hermosas palabras a ella y a todos los presentes. Bonitos momentos que quedarán en el recuerdo.
A pocos metros, llegamos a los museos de la Atalaya. Una ligera sesión de foto y vídeo dio paso a una recepción preparada al detalle. Música ambiente, día soleado, y una decoración espectacular a cargo de Artemisa.
Tras aquel cocktail, en el mismo salón, Elena y Miguel volvieron a emocionar a sus familiares y amigos. Una dedicatoria escrita a mano, personalizada para cada uno de sus invitados hicieron que a estos se les escapara alguna que otra lágrima nada más sentarse a la mesa.
FIESTA, PEPE LIMÓN, DIVERSIÓN, BATUKADA EN LOS MUSEOS DE LA ATALAYA
Llegó el momento de la fiesta. Otro de los momentos donde Elena y Miguel decidieron apostar fuerte. Un gran Dj animador como Tony, el grupo flamenco «A Contratiempo«, una decoración llena de luz y color con el refrescante Pepe Limón y una sorpresa que Miguel guardaba desde hacía tiempo, la batucada «Percufusión» harían retumbar las paredes de la sala.
Miguel y Elena, sólo me queda agradecer vuestra confianza, vuestra ilusión en organizar una boda sencillamente perfecta y que nosotros hayamos tenido la suerte de vivir, disfrutar y contar. Ha sido un verdadero placer conocer a unos novios entregados y sobre todo a dos personas sencillas, educadas y con una amabilidad extraordinaria hacia nosotros. Os deseo lo mejor, muchos y buenos granos de trigo de esa misma espiga que ahora sois.
¡Hasta siempre!